Es importante que el ensayo siempre incluya tres elementos indispensables:

La INTRODUCCIÓN, CUERPO (con un mínimo de dos párrafos, lo recomendable son 3) y CONCLUSIÓN. A continuación se muestra un ejemplo.

El siguiente ensayo fue escrito por uno de los estudiantes, Nelson V, y cubre de manera general los requisitos del tipo de ensayo que se debe escribir para el examen del GED. 

Al momento del examen se les da el tema, este por lo general va a ser la idea central por lo general puede incluirse en la introducción. Si no estan familiarizados con el tema, pueden inventar o crear historias ficticias, lo importante es escribir por lo menos una hoja y media.

Tengan presente que en la conclusión no se debe mencionar nada que no se haya incluido en el ensayo, para elaborar la conclusion pueden expresar la idea principal con otras palabras.

Al final se explica en un video los contenidos del ensayo y la forma en que se los evaluan.

«Noviembre 7 del año, mi esposa no se siente bien, las contracciones son cada vez mas seguías y la fecha que dijeron los doctores expiro hace dos días; no cabe la menor duda, el día a llegado: hoy nace mi hija!

Haber presenciado su nacimiento fue algo impactante, ya había escuchado como era y creía estar preparado pero nunca había tenido un boleto en primera fila y es lo más maravilloso que me ha tocado vivir, porque aprendí como se desarrolla paso por paso, minuto a minuto el milagroso evento llamado “nacimiento”.

Aunque estar presente fue una experiencia única y muy bonita, también fue muy difícil ver a la persona que más amo tendida en una cama atravesando por todo ese dolor físico y no poder hacer nada por ayudarla, pero es admirable al mismo tiempo ver cómo a pesar del sufrimiento propio, lo más importante para ella es siempre el bienestar del bebe; todo esto, lo único que genera en mi es valorar más a Martha como mi esposa pero sobre todo como madre de mis hijas, (porque ahora ya son tres).

Nace mi hija y nace con ella un sentido de responsabilidad enorme que no se compara con las seis libras y siete onzas que peso mi pequeña. A partir de ese momento y hasta la fecha me siento como único responsable de su bienestar, su salud, su educación, sus risas y sobre todo sus llantos. Es mi obligación proporcionarles las herramientas y ayudarlas a integrarse a esta sociedad tan compleja y ensenarles los valores fundamentales como respeto, lealtad, honestidad y el más importante de todos, el amor por su familia.

Estos son algunas de las enseñanzas y experiencias que me dejaron el hecho de haber presenciado uno de los días más memorables de mi vida».