Menos de tres meses después de la firma de la Constitución, Delaware fue el primer estado que la ratificó, el 7 de diciembre de 1787. Nueva Hampshire fue el noveno estado que lo hizo, con lo cual la Constitución entró en vigor el 21 de junio de 1788. Sin embargo, los Padres Fundadores no podían estar seguros de que la Constitución llegara a gozar de aceptación general mientras los importantes estados de Nueva York y Virginia no la ratificaran. En esos dos estados, y también en otros, se había organizado una poderosa oposición a la Constitución. Personajes como Elbridge Gerry, Patrick Henry, Richard Henry Lee y George Mason hablaban en contra de la ratificación.
Los ensayos de The Federalist, publicados en 1788, han sido una de las aportaciones más importantes de los Estados Unidos a la teoría constitucional.
Las objeciones de los opositores eran que en el documento no se había incluido una carta de derechos, que el Presidente tendría demasiada independencia y que el Senado era aristocrático en extremo. Ellos creían también que el Congreso tendría demasiadas facultades y que la autoridad del gobierno nacional sería excesiva. Los amigos de la Constitución se unieron para dar su apoyo a su ratificación. Se los llegó a conocer como los federalistas. A sus opositores se los llamó antifederalistas.
Alexander Hamilton, quien más tarde sería el primer secretario de Hacienda, escribió 51 de los 85 ensayos de The Federalist, en los que defendió la Constitución que estaba recién redactada y abogó por su ratificación.
Los dos grupos promovieron sus causas en la prensa, en panfletos y en debates durante las convenciones de ratificación. A partir de esos grupos surgieron los primeros partidos políticos estadounidenses. Virginia ratificó la Constitución el 25 de junio de 1788 y Nueva York lo hizo el 26 de julio. A principios de enero de 1789, todos los estados que la ratificaron, salvo Nueva York (que no logró designar a sus electores antes de la fecha límite), seleccionaron electores presidenciales mediante sus asambleas legislativas o por el voto directo de la población. El 4 de febrero, los electores nombraron a George Washington primer Presidente de los Estados Unidos. El primer Congreso formado bajo la Constitución se reunió en la ciudad de Nueva York el 4 de marzo. Washington tomó posesión de su cargo el 30 de abril. Sin embargo, Carolina del Norte y Rhode Island se negaron a aprobar la Constitución y a formar parte del nuevo gobierno mientras el Congreso no accediera a añadir una carta de derechos.
LA CARTA DE LOS DERECHOS
Los federalistas tal vez nunca habrían obtenido la ratificación de varios estados importantes si no hubieran prometido agregar una carta de derechos a la Constitución. La mayoría de las constituciones estatales adoptadas durante la Revolución incluían una declaración muy específica de los derechos de todas las personas. La mayoría de los estadounidenses pensaban que ninguna constitución se podía considerar completa sin ese tipo de declaración. George Mason de Virginia tuvo a su cargo la primera y más famosa de las cartas de derechos estadounidenses, la Declaración de Derechos de Virginia, en 1776. Él y Patrick Henry habrían impedido la ratificación de la Constitución en Virginia si los federalistas no hubieran accedido a sus demandas en materia de enmiendas.
George Mason, autor de la Declaración de Derechos de Virginia, se negó a firmar la Constitución porque no se incluyó en ella una Carta de Derechos que garantizara las libertades básicas de todo ciudadano.
James Madison encabezó al nuevo Congreso para proponer las enmiendas. Él mismo sugirió 15 enmiendas y el Congreso aceptó que 12 de ellas fueran presentadas a las legislaturas estatales para su ratificación bajo el proceso de enmienda descrito en el Quinto Artículo de la Constitución. Ya para el 15 de diciembre de 1791, las tres cuartas partes necesarias de las asambleas legislativas de los estados habían aprobado 10 de las 12 enmiendas. A esas 10 enmiendas se las conoce como la Carta de Derechos. Una de las dos enmiendas rechazadas se refería al número de miembros de la Cámara de Representantes. De acuerdo a ella, la representación habría oscilado entre no más de un representante por cada 30.000 personas y no más de uno por cada 50.000. La otra enmienda rechazada disponía que el Congreso no podría cambiar los salarios de sus miembros sino hasta después de que hubiera tenido lugar una elección de representantes. Fue ratificada 202 años más tarde y se convirtió en la 27a Enmienda. Los antifederalistas aceptaron su derrota cuando la Constitución fue aprobada,y en seguida se aprestaron a adquirir poder de acuerdo a sus reglas. Sus acciones establecieron un estilo para la política estadounidense que nunca ha cambiado. Los ciudadanos se sienten insatisfechos a veces por las políticas y prácticas de quienes los gobiernan, pero muy pocos estadounidenses han condenado el sistema constitucional o han sentido que en una segunda Convención Constitucional se pudiera establecer un sistema mejor.
Fuente e ilustraciones: usinfo.state.gov
PREGUNTAS
- Identifica el nombre de la mayor parte de los representantes y el estado que representaban.
- ¿Quiénes se oponían y por qué a la nueva constitución?
- Escribe el nombre de cinco personajes importantes y en que destacaron.
- Menciona algunos antifederalistas
- ¿Qué es lo que hizo que finalmente fuera ratificada la Constitución por todos los estados?
- ¿Cuáles enmiendas fueron rechazadas en la Carta a los derechos?
- Explica en que consiste la Carla a los Derechos y que contiene.